martes, 13 de mayo de 2014

UNA VENTANA PARA LA ESPERANZA

Empecemos por el principio. La LOMCE no me gusta. Creo que es una ley incoherente. Porque quiere conseguir algo poniendo encima de la mesa lo contrario de lo que se necesita. Porque aunque es una ley para la Escuela Pública, le asesta varias puñaladas importantes. Y porque está basada en unos principios (esfuerzo, excelencia, competitividad, mercado...) completamente contradictorios con los que luego se quieren llevar a la práctica (trabajo por proyectos, cambio metodológico...). Y no me meto más allá del gran análisis realizado por Fernando Trujillo)

Marea+verde+do+ensino+na+Ramallosa

Pero volvamos más atrás. Al 2008-2009. Allí me encontré con iCOBAE, en la persona de Miguel Ángel Ariza, y descubrí que las competencias básicas eran algo fundamental, pero no sólo porque así se definía en la LOE, sino porque comprendía que era lo que el alumnado necesitaba. El verano de 2009 fui a las Jornadas de la Escuela 2.0 de Almagro y allí comprobé algo que ya presumía, la importancia de las TIC, pero sobre todo de las TAC, para el aprendizaje del alumnado. Tenía ya la base de mi actuación en el aula como docente y del proyecto educativo que me gustaría tener en el centro que dirigía. Al año siguiente dos nuevas vueltas de tuerca. Participar en el programa COMBAS sobre desarrollo de las competencias básicas me ayudó a concretar la manera en la que se podían llevar las competencias básicas al aula y, sobre todo, al proceloso mundo de la evaluación. Eran los indicadores. Y poco después, en la reunión inicial del Movimiento E3, me empapé de algo que intentaba hacer y que no terminaba de darle forma, el PBL, ABP o aprendizaje por proyectos, Ya estaba la maleta llena. Bueno, no, faltaba el EABE de Algeciras en 2013 para colmar la maleta con el Flipped Classroom.

Silo+y+Danny

Y, ahora, regresemos a la actualidad. Se nos propone, ahora, que tenemos que cambiar metodologías, y desde organismos del Ministerio se fomentan el trabajo por proyectos, los MOOC, los REA (Recursos Educativos Abiertos) diseñados, también, como tareas o proyectos. Y nos lo proponen, se entiende, para el trabajo en el aula, en un aula donde dentro de poco (y lo peor no es esto, sino que no se sabe hasta cuándo) se va a implantar la LOMCE. ¿Es posible esto? Hay quien lo duda. Por la propia ley, por la inercia de muchos docentes que creen respaldada su visión más tradicional de la enseñanza (y, sobre todo, del aprendizaje), por la falta de formación inicial y permanente que asegure que sea posible y, principalmente, por una administración que ha dejado casi abandonados a los propios docentes.

Sin embargo, hay posibilidades. Desde la regulación que cada comunidad autónoma desarrolle, como ha ocurrido en Murcia hasta el interés del Ministerio en fomentar el cambio metodológico. Y no lo digo por declaraciones más o menos acertadas y sorprendentes, sino por el trabajo que se desarrolla desde el CNIIE, el INTEF o el CEDEC.

Porcelanas

Y también hay un elemento clave que puede hacer posible seguir desarrollando las competencias básicas, continuar utilizando la metodología TIC 2.0, el ABP y el Flipped Learning. Son los nuevos estándares de aprendizaje, sobre todo si se priorizan como en Murcia los más relacionados con el desarrollo de las competencias sobre los más relacionados con contenidos. Estos estándares son los que tendría que cumplir el alumnado para superar los criterios de evaluación. Por lo tanto, vienen a ser, si se quiere, más una herramienta que un fin. Es decir, el estándar, como el indicador, te dice qué tiene que hacer el alumno y, por lo tanto, te permite diseñar tu propio trabajo de aula para conseguirlo. Y diseñarlo siguiendo las indicaciones de nuestro querido ministerio, ¿verdad? Pues nada, diseñemos tareas integradas, proyectos de aprendizaje, clases al revés que trabajen esos estándares en el aula. Tu lo puedes hacer, ¿lo harán las editoriales? Tu, como docente responsable, decides.

teach

Porque, como siempre, la ventana para la esperanza no son las leyes, sus regulaciones, los organismos, las instituciones, los indicadores o los estándares.

La esperanza es el DOCENTE COMPROMETIDO CON EL APRENDIZAJE DE SU ALUMNADO.


Créditos de imágenes: http://flickrcc.net/flickrCC/

sábado, 10 de mayo de 2014

Una muestra de #ABJ. Crea tu juego del sector Secundario.

Quien me conoce sabe de mi pasión por el juego y su aplicación en el aula, tanto en su vertiente de la Ludificación (gamificación) del aula, como en su aplicación metodológica, es decir, mediante el Aprendizaje basado en Juegos.
Fue el año pasado cuando empecé a desarrollarla, mediante la creación de una secuencia didáctica, en la que los alumnos debían crear un juego donde desarrollaban los contenidos del Imperialismo, la 2ª Revolución Industrial y la 1ª Guerra Mundial. Vistos los resultados y el entusiasmo mostrado por mi alumnado decidí que se había abierto una puerta metodológica que podía tener mucho potencial.
De modo que este curso, decidí cambiar la tarea del perfil del obrero industrial, una tarea que no terminaba de cuajar y que obligaba a los alumnos a trabajar mucho en casa y poco en clase, así pues tomé la decisión de cambiar la tarea y crear una secuencia inspirada en el ABJ.
La idea es utilizar los contenidos de la industria, la construcción y/o la artesanía para crear un juego. El sector Secundario tiene mucha posibilidades para convertirse en un juego, ya que el hecho de construir y/o transformar algo y convertirlo en un producto elaborado o semielaborado, permite aplicar muchas mecánicas de juego interesantes.
http://www.slideshare.net/jlred1978/tarea-4-construye-tu-juego-de-la-industria

Si bien la secuencia se orientaba más al desarrollo de un juego de tablero, ha habido algunas sorpresas como la creación de juegos utilizando Minecraft. La historia y el desarrollo del juego es apasionante, consiste en un viajero en el tiempo que viaja a las diferentes revoluciones industriales y se ve sometido a las condiciones de vida de un obrero/a de la época, lo que provoca que deba trabajar para conseguir unos recursos que le permitan volver a su época. Gracias a esta excusa los alumnos han puesto en marcha toda una serie de estrategias para construir sus fábricas, sus hogares, así como intentar crear obreros alienados.
No significa esto que lo único destacado ha sido la aplicación de herramientas digitales, de hecho ha habido juegos de tablero muy meritorios. El caso de MOA es muy destacado, ya que es el acrónimo de Maestro, Oficial y Aprendiz, así que este grupo se ha dedicado a adaptar las condiciones del sector artesano y explicar como era la evolución de los trabajadores pasando de un nivel a otro y como eso suponía acceder a más alimentos, a poder obtener algo de dinero, hasta que por fin conseguías hacer tu obra maestra.
Sin embargo, el juego más destacado ha sido Furdibury. Un juego en el que el grupo ha echado los restos, si bien el nombre no se corresponde con lo que hay que hacer en el juego. La idea es ir evolucionado desde la etapa preindustrial hasta terminar en la 3ª Revolución Industrial, mediante la combinación de cientos de recursos, capital, tecnologías y formas de organización, el jugador consigue superar todas las etapas y crear la fábrica definitiva. Os podría relatar más pero si no véis el juego no podéis imaginar el esfuerzo y el derroche de creatividad que ha supuesto este juego.


Para complementar la secuencia hicimos algo especial, ya que mis alumnos estaban muy motivados decidí darles una motivación extra, así que me puse en contacto con los compañeros de Magisterio de la SAFA de Úbeda. Entre todos fijamos un día de exposición a los alumnos y alumnas de Magisterio, de manera que ellos pudieran evaluar y analizar como se trabaja siguiendo el uso de metodologías activas, y mis alumnos de la ESO tuvieron un plus de motivación y compromiso, ya que no conocían a los grupos y no sabían como iban a responder. Os puedo asegurar que fue un momento memorable ver a dos cientos alumnos de Magisterio y la ESO compartiendo su experiencia y jugando.

martes, 6 de mayo de 2014

Del reloj a la brújula. El arte de la Educación Emocional.

Y aprendemos a medida que envejecemos.
Que la educación está cambiando no es ningún misterio para los que estamos convencidos de que los contenidos del curriculum no son lo único que se debe enseñar en la escuela.

La educación emocional pretende que los alumnos puedan conocer profundamente sus emociones, saber diferenciarlas y saber gestionarlas a su favor.

Uno de mis compañeros de TACTICAS, Jose Luis Redondo, revisando esta entrada me ha sugerido la lectura del libro de Francisco Mora: "Neuroeducación". Es verdad que lo he empezado, pero no finalizado, por lo que todavía no me encuentro en una posición objetiva de comentarlo. No obstante, es una lectura de referencia a la cual debemos darle su merecido crédito. En palabras de mi compañero Jose Luis:

"Es un libro que defiende que la educación sin emociones no sirve de nada, de hecho solo conseguimos aprender de verdad lo que nos emociona. Es muy interesante porque explora aspectos que desconocemos y como la alegría, el humor pueden utilizarse con argumento científico para aprender."

Presicamente, la semana pasada, María Acaso publicaba en su blog una entrada sobre este tema precisamente, hablando de la última jornada de Escuela de Educación Disruptiva de la Fundación Telefónica. Una de las frases que me encantan es: "los alumnos van a la escuela a aprender a aburrirse". No puedo sino recordar mi estrategia para poder dormir en las clases de historia en Bachillerato. Mi profesor de historia siempre leía el libro de texto en clase, esa era su clase. Yo de aquellas tenía el pelo muy largo, casi por la cintura. Mi método era el siguiente: en cuanto mi profesor empezaba a leer la página de la izquierda yo abría el libro por esa página y a sus laterales situaba mis codos, sujetando con las manos mi cabeza. Dejaba caer mi pelo por delante, de modo que no se me viese la cara y pareciese que estaba siguiendo la lectura, como mis compañeros. Me quedaba dormida hasta que el profesor llegaba al final de la página de la derecha. Me despertaba el tiempo justo para pasar página y volver a realizar mi ritual para poder dormir un poco más. 

En mi caso, aprendí algo más que a aburrirme, desarrollé la habilidad de dormir con el instinto despierto ;)

Ante un futuro profesional en el que "hemos pasado de encontrar trabajo a crearnos trabajo" (Tony Wagner) está claro que debemos partir de conceptos más profundos que simplemente el aprendizaje de todos los afluentes del Duero, con perdón a los profesores de Geografía (yo también tuve uno).

La parte emocional de una persona puede hacer que ésta llegue a alcanzar sus metas y logre ser feliz en la vida, o puede hundirla hasta dejarla caer en depresión o incluso llevarla por el camino de la delincuencia. Ser contenedores de información no va a cambiar eso.

Hace poco una de mis mejores amigas me recomendó que visionase la charla de "¿Quién decide tu vida, lo importante o lo urgente?", que Pablo García Fortes impartió en la Universidad de Vigo. Toca temas muy interesantes, pero me quedo con uno en concreto. Me recuerda a cuando mi padre me pregunta por qué no llevo reloj. Yo siempre le digo que puedo ver la hora en el móvil, que el reloj solo tiene un uso que ya tengo servido en otro dispositivo. Es un buen indicio: quizá debemos mirar más la brújula y no estar tan pendiente de la hora.


Sin contemplar esta filosofía de superación y orden de vida personal, como profesional de la educación, no veo la posibilidad de que el alumno se desarrolle de forma sana y productiva en el futuro

El mismo Tony Wagner estableció las 7 competencias profesionales que todo alumno actual debe desarrollar en la escuela de hoy para ser un profesional valioso en su futuro laboral. Algunas de ellas son ya parte de las 8 Competencias Europeas. Son las siguientes: 

1. Pensamiento Crítico y resolución de problemas: esta competencia es fundamental en la sociedad de las TIC en la que vivimos, donde las fuentes de información son incomparables con las que tenían nuestros abuelos. Crearse una opinión de aquellas era fácil, pero ahora vivimos en la Era de los Matices, donde más personas son cada día protagonistas de sus propias noticias. 

2. Colaboración a través de redes y líder de influencia: el poder de las redes sociales ya lo desvelaba James Fowler a Eduard Punset en su famoso programa de Redes. No podemos seguir pensando aisladamente mientras exista la Inteligencia Colectiva. No creo que aquí entren las "estrellidas de Twitter", sino personas que de verdad aporten valor humano y conocimiento.

3. Agilidad y Adaptabilidad: en un mundo cambiante, necesitamos tener el poder de aprender y desaprender, de no tener celo por lo ya dominado, sino estar dispuestos a admitir que no sabemos pero a demostrar también nuestra capacidad de aprendizaje a lo largo de la vida. Por ello es tan importante dominar la competencia europea de Aprender a Aprender. 

4. Iniciativa y espíritu emprendedor: esta competencia es contemplada en las europeas. Es fundamental en nuestra actualidad, donde existen trabajos que ni se contemplaban hace 20 años. En el futuro esto será una constante. 

5. Comunicación eficaz oral y escrita: es el único medio para comunicarnos, por lo que es fundamental. Aquí yo incluiría la comunicación visual, partiendo del lenguaje artístico, que es el que predomina en la red. 

6. Acceso y análisis de información: esta es una de las habilidades que contempla la conocida Competencia Digital. En la era actual es fundamental desarrollar capacidades que nos permitan acceder de forma rápida y segura a la información, así como determinar sin pérdida de tiempo la que es de calidad y la dudosa. 

7. Curiosidad e imaginación: en un futuro que cada día es más incierto, y en el que debemos crearnos nuestros puestos de trabajo, el poder de reinventarse debe estar a la orden del día, aportando algo nuevo. La creatividad es fundamental, y en el sistema educativo actual no se fomenta. 

Para dominar todas y cada una de las competencias aquí señaladas, la personas debe tener un autonocimiento profundo, que le facilite poder reinventarse cuando lo necesite, y reconocer tanto sus logros y méritos como sus debilidades, aprendiendo de los fracasos. 

Eso no es posible sin una educación emocional que parta, fundamentalmente, de eliminar el miedo. El miedo paraliza, no deja avanzar, y es infundido por personas, ya no tenemos mamuts lanudos. Ahora esos mamut pueden ser nuestros padres, nuestros jefes, nuestros profesores, falsos amigos... aprender a vivir en un entorno hostil debe ser cada vez más contemplado en la enseñanza, para ayudar a estos jóvenes del futuro a ser fuertes y profesionales. 

Sin más, recomiendo revisar el siguiente vídeo. Redes me parece un programa que además de ameno es cercano, y facilita el conocimiento de determinados conceptos complejos, haciéndolos accesibles a todo tipo de personas. 


Solo me queda por decir que marcar la diferencia está en nuestras manos, y no se trata de hacer algo diferente que nuestros compañeros profesores: se trata de aportar un valor a la vida presente y futura de nuestros jóvenes.